PAPA
CRIOLLA
Actualmente, la papa criolla se cultiva en pequeñas
áreas al margen del cultivo de papa común, en surcos dentro del mismo, o en
huertas familiares. Los principales departamentos productores en Colombia son
Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Antioquia, Cauca, Norte de Santander y Santander.
TECNOLOGÍA DE PRODUCCIÓN
La información agronómica del cultivo de la papa
criolla es escasa en todos las fases de su desarrollo, debido a que el cultivo
no se le había dado la misma importancia económica que se le asignó a la papa
común. Asimismo, aunque se presentan marcadas diferencias en su manejo, se
puede decir que muchas de las tecnologías utilizadas y algunos criterios de
manejo agronómico que se aplican al cultivo de papa común se han extrapolado al
de este producto.
SIEMBRA.
El cultivo de papa criolla se propaga por
tubérculos. La semilla es uno de los insumos más costosos en el proceso
productivo de la papa, razón por la cual el agricultor suele utilizar semilla
de sus propias plantaciones. El tubérculo ideal para sembrar es aquel que
presenta la forma característica de la especie, esto es, tamaño mediano, ojos
poco profundos, brotes cortos y vigorosos y ausencia de pulgones, gusano
blanco, polillas y pudriciones. Un indicador indirecto del rendimiento del
cultivo es la cantidad de semilla sembrada (cargas/ha.). Así, para sembrar una
hectárea con papa criolla se requieren entre 6 y 9 cargas de papa (0,7 y 1,1
ton respectivamente), de las cuales se espera obtener entre 7 y 12 toneladas de
producto.
La papa requiere agua, especialmente en los
primeros días después de la siembra y desde la aparición de las flores hasta
cuando los tubérculos han adquirido buen tamaño y peso. Es recomendable, por lo
anterior, que la siembra coincida con el inicio de la época de lluvias o que se
haga durante la misma. El número de plantas a establecer depende de las
condiciones ambientales particulares, en especial, de la fertilidad del suelo y
de la humedad relativa; así, en terrenos de poca fertilidad se aconseja sembrar
un tubérculo cada 20 cm. dejando una distancia de 1 m. entre surcos, para un
total de 50.000 plantas/ha. Y, en terrenos de mayor fertilidad, los tubérculos
se siembran cada 30 cm. distanciados 1 m. entre surcos para un total de 33.000
plantas/ha.